El arte nos abraza cuando el mundo se vuelve difícil
Hoy que busco inspiración y valor para empezar a escribir en este espacio, sin darme cuenta he escrito con las teclas “Del absurdo cotidiano”. Un click y se abre el blog de la escritora Ángeles Mastretta. Busco en parte guía, pero sobre todo, alimento para mi propia alma lectora.
Soy lectora antes de ser escritora. Soy admiradora del arte. Cierro los ojos mientras suena la Novena Sinfonía de Beethoven, la escucho por recomendación de la señora Mastretta. Es del 07 de mayo su texto más fresco en su blog de Nexos. Lo tituló “Doscientos años y Beethoven hasta siempre”. Aunque era el primer texto en el blog, en realidad lo dejo para el final. Antes leí su primera publicación de este año de 2024. Luego encontré varios sobre política y en estos momentos en que nuestros hermanos de Venezuela la están pasando tan mal, siento que ya tuve suficiente de temas políticos. Y es que mi corazón ha estado triste ayer y hoy, sobre todo cada vez que entro a las redes sociales y asoman uno tras otro los videos y las noticias de todo lo que está ocurriendo en Venezuela. Duele la injusticia y la opresión. Encuentro también en el blog que sigo desde mis épocas universitarias, un texto en el que Ángeles relata que fue al concierto de Joaquín Sabina. Sonrío mientras la leo. Me entretengo con la creatividad que le imprime a sus obras, sin importar la extensión que tengan, si libros largos o textos breves, si de lo cotidiano o de lo extraordinario habla, si de música o de política.
Soy lectora antes de ser escritora. Soy ojos, soy oídos, soy piel, soy emociones antes que cualquier otra cosa. Por eso el arte me conmueve. Por eso puedo sentarme en la butaca de un teatro y escuchar el sonido de la trompeta acariciarme a ratos y hacerme vibrar después. Por eso mis pies me llevan a entrar a una galería de arte, por la aventura de lo que puedan encontrar mis ojos y mi corazón. Por eso aprecio el cine y la fotografía aunque ya entendí que nunca seré fotógrafa. Por eso la piel se me erizó cuando vi la foto que hoy está gritando al mundo que Venezuela quiere libertad. Esa en la que un venezolano, en la cima de la estatua de Hugo Chávez, empuña un martillo con la mano derecha, mientras se sostiene con la izquierda. El cielo azul con sus nubes blancas sirven de lienzo para esta escena. Fue lo primero que vi esta mañana al abrir mi Instagram; la modelo venezolana Paola Desideri publicó esa foto en su cuenta, acompañada de la música sublime de la Orquesta Sinfónica de Venezuela y escribió con mayúsculas “VENEZUELA QUIERE UN CAMBIO 💛💙♥️ @egonzalezurrutia GANA con 6.275.189 votos vs. 2.759.256con un 73% de las actas. LA DERROTA ES CLARA. EL PUEBLO HA DECIDIDO ❤️🗳️ VENEZUELA TE AMO DEMASIADO #hastaelfinal No se quien tomó esta foto pero es WOW 🙏🏻”
Instagram es también una galería de arte y el arte es también un amigo de las causas sociales. Quizá nunca están separados el arte y la política: ¿No son las estatuas esculturas y no es la escultura un arte?. Cómo es que creía que iban en categorías diferentes o incluso contrarias, si tanto la política como el arte son parte del ser humano.
Somos seres artísticos. Así como la política está en nosotros y en nuestras sociedades, el arte está siempre ahí, forma parte de nuestro día a día porque vive en cada persona. El arte nos abraza cuando el mundo se vuelve difícil. Yo venía aquí huyendo de la noticias para escribir de arte y lo he hecho, pero, no he conseguido ser indiferente ni un segundo de estos dos días al sufrimiento de las personas. Eso es lo que nos hace el arte, nos hace más sensibles y nos hace más humanos.
Me quedan aún 20 minutos de la sinfonía y me va quedando todo más claro. Así como el arte me conmueve, hoy es la lucha del pueblo venezolano lo que más me conmueve, y está bien. Soy ojos, soy oídos, soy piel, soy emociones. Ahora mismo está sonando el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Ludwig van Beethoven, que para ser honesta yo no me sé de memoria los movimientos ni las sinfonías, yo la reconozco por el “Himno a la Alegría”, así que googleo y encuentro que es el cuarto movimiento. Esa misma fuerza que transmite el famoso movimiento, es la misma que le envío esta tarde del martes 30 de julio de 2024 a Venezuela. El arte nos abraza cuando el mundo se vuelve difícil.
Para cerrar:
Había estado pensando que al final de cada escrito aquí, podría compartir alguna obra para que la apreciemos juntos. Hoy la obra está viva y en movimiento y es la multitud de personas reunidas en Caracas. La obra se titula “No tenemos miedo”:
https://www.instagram.com/reel/C-Ds9f9pg8R/?igsh=MW91MXhuNjNxZm5hYw==
Notas al pie:
“Ángeles Mastretta es una escritora y periodista mexicana, conocida por crear personajes femeninos sugerentes y ficciones que reflejan las realidades sociales y políticas de México. Nació el 9 de octubre de 1949 (edad 74 años), en Puebla de Zaragoza”. Quizá la ubiques por la obra Arráncame la vida, porque también la hicieron película, tras esto, la escritora obtuvo el Premio Ariel al Mejor Guión Adaptado.
“La Sinfonía n.º 9 en re menor, op. 125, conocida como Coral, es una sinfonía coral compuesta por Ludwig van Beethoven entre 1822 y 1824. Es la novena y última completa de sus nueve sinfonías. Se estrenó en Viena el 7 de mayo de 1824”.
“Himno a la Alegría, es una canción del intérprete español Miguel Ríos incluido en su segundo LP Despierta de 1970. Está basada en el cuarto movimiento de la novena sinfonía de Ludwig van Beethoven y cuenta con arreglos musicales de Waldo de los Ríos”.